El senador de Cambiemos y el dirigente de la CGT marcaron sus posturas durante la Semana Social de lglesia.
El paro nacional del lunes fue el tema principal fuera de agenda de la Semana Social de la Iglesia, por el cual se cruzaron el senador por Cambiemos Esteban Bullrich, quien pidió trabajar “sin hipocresía y demagogia” el martes, mientras que uno de los triunviros de la CGT, Juan Carlos Schmid, culpó al gobierno por la medida.
Bullrich y Schmid compartieron el panel principal de la segunda jornada del encuentro organizado en Mar del Plata por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, y tanto en la previa como durante ese foro, ambos dirigentes fijaron sus posiciones respecto de la medida de fuerza del lunes.
Antes de que comenzara el panel, Bullrich reclamó durante un contacto que mantuvo con la prensa en el Hotel 13 de Julio, donde se desarrolla el encuentro, que todos los sectores trabajen luego del paro “sin hipocresías y demagogias” para derrotar la pobreza con “hechos concretos”.
“Espero que más allá de las expresiones del paro, el martes volvamos a sentarnos en una mesa, sin hipocresías, sin demagogias, sin palabras vacías, sabiendo que todos tenemos que poner algo para que esa preocupación que es derrotar la pobreza se logre”, dijo el legislador del bloque oficialista.
“Más medidas de fuerza”
Schmid, por su parte, marcó el terreno desde temprano respecto de la medida de fuerza nacional y en declaraciones radiales aseguró que “si no hay ninguna corrección y hay tozudez, va a haber mayor confrontación” y pronosticó “más medidas de fuerza”.
“Esperemos que después de esta formidable manifestación del malestar social del lunes, haya otra capacidad para entender los problemas que están generando estas medidas” del gobierno, señaló el jefe del gremio de Dragado y Balizamiento.
Schmid, quien comparte el triunvirato de la CGT con Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicios), consideró que “hasta el momento, el diálogo no ha funcionado” porque hay “buenos modales, pero muy poca voluntad para correcciones” por parte del gobierno.
Tanto el gremialista como Bullrich insistieron en sus respectivas líneas durante el panel que compartieron entrada la tarde, más allá de que el eje de ese foro era “La deuda de la política con los pobres”.
“No le puedo escapar a la polémica de las últimas 48 horas y no lo voy a hacer”, dijo Bullrich y cuestionó la actitud de quienes piensan: “Nos ponemos la camiseta de nuestro partido, organización o gremio y nos olvidamos del proyecto común, y nos olvidamos de la necesidad de construir una Argentina.”
En esa línea, destacó que “la pobreza Argentina es la falta de puentes de encuentros, puentes que están arriba de la grieta, que nos unan a través de objetivos comunes”. Por su parte, Schmid dejó en claro que el paro no buscar “destruir ninguna gobernabilidad”, ni tampoco “romper ningún puente”.
“No queremos destruir ninguna gobernabilidad, no queremos romper ningún puente. Reconozco que hay voluntad de diálogo de este gobierno, pero no hay vocación de transformación: el diálogo deber ser voluntad de corregir las cosas que están mal”, señaló.
Sobre el llamado al paro nacional del lunes, puntualizó: “Nadie se pone feliz cuando tiene que desatar en una medida de fuerza, porque una medida de fuerza es el fracaso de la política, del diálogo, de podernos comprender. Pero es también el resultado de la tozudez de seguir con las mismas medidas”.
Schmid insistió además en que “el gobierno tiene que terminar su mandato”.
“No quiero correr con el estigma de que desde el sindicalismo no dejamos terminar a los gobiernos no peronistas. Pero la responsabilidad está en manos de los que gobiernan, no de nosotros”, señaló.
El gremialista indicó que no buscaba “hacer un discurso de agitación” y agregó que lo que “ha agitado esto son algunas medidas del Poder Ejecutivo”.
A partir de estas expresiones, Bullrich respondió que “el gobierno no es un agitador”. “Ni el presidente Macri, ni los ministros, ni la gobernadora: nadie quiere agitar, nadie está acá para agitar. No nos interesa”, agregó.